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Claves para comprender la Historia - Horizonte Bicentenario - Mayo 2010 Julio 2016 - Año V - Nº 27 - Octubre 2013 -ISSN 1852-4125

 

Por Miguel Ángel De Marco  | Para LA NACION

 

 En su tiempo, y hasta el día de su muerte, Lucio V. Mansilla -de cuya muerte se cumplen hoy 100 años- fue definido por muchos de sus contemporáneos como "un loco lindo", por sus arrestos marciales, lindantes con la temeridad, y por sus variadas excentricidades. Era, sin duda, una de las figuras más notables y pintorescas de la Argentina, que supo combinar en su persona la erguida estampa del dandy efectista con la aplomada presencia del hombre de mundo acostumbrado a frecuentar tanto las cortes y los salones de la aristocracia europea como los grandes saraos de la sociedad americana; las dotes del escritor con las galas del conversador fino e ingenioso; el valor militar, con la sagacidad que le permitió pactar con el cacique Mariano Rosas y, de paso, escribir uno de nuestros mayores monumentos literarios: Una excursión a los indios ranqueles .

Prototipo del porteño, tuvo sin embargo actitudes y rasgos del hombre del interior del país o, para decirlo de manera cabal, supo ubicarse en cada momento y circunstancia. Así, fue periodista en Santa Fe, en Paraná y en Buenos Aires y, cuando las alternativas de nuestras disensiones fratricidas lo llevaron a las provincias, se sintió partícipe de sus vidas insertándose en ellas sin esfuerzo.

 Claves para comprender la Historia - Horizonte Bicentenario Mayo 2010 - Julio 2016 - Año V - Nº 26 - Septiembre 2013 - ISSN 1852-4125

 


 

El origen de la fiesta de la Virgen de la Merced

En época en que los árabes dominaban España, muchos cristianos padecieron la esclavitud y vieron en peligro la fidelidad de su fe y comenzaron a dudar, allí aparece un laico llamado Pedro Nolasco (1182-1256) quien al ver tantos cristianos reducidos a esclavos por defender a Cristo, trata de conseguirles la libertad, ¿de que manera? Pagando con su propio dinero el rescate de muchos de ellos. Pero eran tantos los cristianos reducidos a la esclavitud, que el intento supera las posibilidades. Es allí donde se retira a la vida contemplativa, se dedica a orar y ayudar al prójimo. En la noche del 1 al 2 de agosto de 1218 se le aparece la Virgen y le manifiesta que el camino no es retirarse, sino el de fundar una Orden que tomara como carisma especial la tarea de liberar a los presos cristianos.

Y así Pedro Nolasco y sus primeros compañeros visten el hábito y dan por fundada la Orden de los Mercedarios. La Orden se definía como: “Orden de la Merced para la redención de los cautivos”. La palabra Merced o Mercedes en el castellano del siglo XIII significa misericordia. Con el tiempo este término pasa a ser nombre propio y quedo Nuestra Señora de las Mercedes.

El sentido teológico de la fiesta está dada por la oración de la misa, liturgia de las horas: se pide que lleguen a gozar de la verdadera libertad de los hijos de Dios, todos aquellos que padecen cualquier forma de esclavitud o prisión. Por eso en nuestra ciudad todos los 24 de septiembre, la procesión se detiene frente a la comisaría local y se liberan presos. Por supuesto que esto es un sentido simbólico, porque la verdadera liberación y libertad cristiana está en el Documento de la Congregación de la Doctrina de la fe, conde nos muestra a María que junto a su hijo, “es la imagen perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del Cosmos”.

 

Manuel Belgrano y la Virgen Patrona del Ejército

La historia nos cuenta que el General Belgrano durante la batalla de Tucumán, el 24 de septiembre de 1812, en plena guerra por la independencia, puso toda su confianza en Dios y en nuestra Señora de la Mercedes, a quién adopta como Patrona del Ejército. Esa mañana de ese día que se libró el combate, el General estuvo orando largo rato ante el altar de la Virgen. Después de la victoria, en el parte de guerra que transmite al gobierno, escribe textualmente: “La Patria puede gloriarse de la victoria que han obtenido sus armas el día 24 del corriente, día de Nuestra Señora de la Merced, bajo cuya protección nos pusimos”. El General profundamente conmovido por el triunfo, nombra a la Virgen de las Mercedes como Generala del Ejército. Las religiosas de Buenos Aires al enterarse de esto remitieron a Belgrano cuatro mil escapularios de la Merced para que distribuya entre los soldados y en la próxima batalla, la de Salta, son divisas de guerra. A partir de estos hechos, esta advocación mariana adquiere una solemnidad particular en los principales santuarios de la cristiandad.

En el año 1912, al cumplirse el Centenario de la Batalla de Tucumán, la imagen de nuestra Señora de las Mercedes de Tucumán, fue coronada solemnemente en nombre del Papa San Pío X. En varias ciudades del país, y en especial en nuestra ciudad de Mercedes (Corrientes) se venera a Nuestra Señora de la Mercedes con la intención de asegurarnos en perpetuidad su amparo y devoción.

(fuente: http://www.mimercedes.com.ar/historiaytradicion/)

 

 

Cambios para comprender la Historia - Horizonte Bicentenario Mayo 2010 - Julio 2016 - Año V - Nº 26 - Septiembre 2013 - ISSN 1852-4125

La batalla de Tucumán tiene un significado especial en la causa de la Revolución, dado que frenó la avanzada realista, y es el primer acto del triunfo argentino del norte, del cual el segundo es la batalla de Salta. Más allá de la trascendencia que tuvo la batalla librada en Tucumán el 24 de septiembre de 1812, desde el punto de vista político, también es significativa desde el aspecto militar.

 
El 24 de septiembre de 1812 Belgrano venció en la batalla de Tucumán, librada en el campo de las Carreras. Con su victoria detuvo el avance de las tropas del virrey del Perú que pretendían sofocar la Revolución de 1810. Complejo Museográfico Enrrique Udaondo, Luján
 
 
Las batallas de Tucumán y Salta, son las únicas de carácter campal dadas contra los españoles en el territorio argentino. Y esto les da a esos triunfos un significado singular. 1.

Nos referiremos a la batalla de Tucumán. Resulta de sumo interés, el testimonio que aporta el general José María Paz en sus Memorias, acerca de la retirada de Belgrano del norte, después de hacerse cargo de los restos del ejército patrio derrotado en el Desaguadero. Belgrano se retiraba desde Jujuy, en dirección a Tucumán, hacia fines de agosto de 1812. El ejército contaba con sólo 1.500 hombres, casi desorganizado y desprovisto de todo. Por detrás venía en su persecución, el general Tristán, destacado por Goyeneche con un ejército español de más de 3000 hombres.

 

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