No siempre la historia provincial fue observada con tonalidades dramáticas, ni como una
lucha entre dos bandos irreconciliables. En algunos casos el hombre de letras prefirió
detenerse en episodios más amables a los que contempló con una sonrisa placentera. Pocos
ejemplos fueron tan logrados como aquel de la inconclusa novela Juallo, en la que Pablo
Lascano intentó recrear los orígenes de la primitiva Salavina (a la que luego sus habitantes
desplazarían).
A pesar de que Lascano no se alejó abiertamente de la historia real, el sabor de sus páginas
se sostiene en una elaboración literaria de marcados matices costumbristas. Lascano es un
contador ameno cuyas escenas están elaboradas con destreza y con buen sentido del tiempo
narrativo. Sus artículos de índole circunstancial descubren la amenidad de su prosa y su
capacidad para despertar interés en la lectura de sus descripciones. En ellos había brindado
con la pluma de un periodista muy diestro y el sentido de un memorialista muy atento
imágenes imprescindibles de un momento ya lejano de los hombres y los lugares de su tierra.
En: http://www.santiagocultura.com.ar/lascano.htm